Para el arrastre
El puente de tantas cosas, tan creídas como incrédulas, ha abarrotado el territorio de los boquerones del Sur de Europa y hasta la inmensidad de los pisos turísticos, cuatro días de veraneo buscando como gatos los platos de pescaítos y un desfile de camareros con bandejas de chiringuitos lujosos rebosando la rica fritanga, los olores ...