Francisco Pimentel

Aquel 4 de diciembre

Opinión

El 4 de Diciembre del 1977 estábamos en la manifestación de Málaga con nuestros tres hijos, igual que tantos cientos de miles de andaluces con los suyos porque era nuestra fiesta de recuperación de la memoria de Andalucía y sus símbolos después de la negra noche de la dictadura del franquismo.

Estábamos a 100 metros de Caparrós cuando lo mataron. Se produjo una terrorífica dispersión en todas direcciones. Por fortuna una compañera de partido vivía allí al lado y nos refugiamos en su casa. Al menos los niños estaban a salvo. Bajé a la calle y había una situación muy rara, dicotómica, porque mientras la zona del crimen estaba desierta, habiendo huido todos para cualquier sitio, muchos empujaron hacia la zona de la cabecera donde ya llevaban rato dando su mitin los “dirigentes” y seguían con sus engoladas proclamas sin haberse enterado de nada.

Se creó una Comisión de Investigación que no sirvió para nada. A esa comisión no fue casi nadie a declarar. Yo fui uno de los pocos que lo hizo y los comisionados tenían cara de palo y falta de empuje. La verdadera investigación es seguro que la hizo la Guardia Civil y es donde tiene que estar con detalle la descripción de lo ocurrido.

Pero todo empezó en Ronda cuando en 1918 Blas Infante y los primeros andalucistas decidieron hacer aquí la Asamblea porque Ronda era el corazón de Andalucía, el centro del latir apagado de Al Andalus, de la Bética, de Tartessos, del Jardín de las Hespérides, de la Atlántida.

No es casualidad que Blas Infante eligiera Ronda ni que fuera el sitio donde cuajaron los símbolos de Andalucía: la bandera y el escudo, también el himno. Andalucía y Ronda han sido grandes creadoras de mitos y símbolos universales basados en la  epresentación de la brillante realidad de su gente que irradia luz.

Se trató de la primera asamblea regionalista andaluza después de la fundación en 1916 del primer Centro Andaluz en Sevilla y de la Revista Andalucía. En la asamblea los temas fueron centralismo, caciquismo, hambre y pan, y se reclamó la autonomía de la Patria Andaluza ante la Sociedad de Naciones. En ella se llama a Andalucía país y nacionalidad. Cuando leemos y recorremos nuestra historia desde muy antiguo nos damos cuenta de la maravillosa intuición y del gran trabajo de investigación que Blas Infante hizo
para concretar el diseño de los tres símbolos de nuestra iconografía: la bandera, el escudo y el himno.

Pero hay otros que son los creados por el pueblo como referencias: el Círculo de Artistas, el antiguo Teatro Espinel, Ronda y ahora el 4 de Diciembre que vuelve con la fuerza de la memoria.

De la importancia de todos ellos para los andaluces tenemos las pruebas de cómo el fascismo los va haciendo desaparecer: Ronda destruida y marginada desde hace 89 por ser de izquierdas, republicana y andalucista. El Círculo de Artistas ocupado y convertido en centro de detención y torturas y luego convertido en casino por el caciquismo. El Teatro Espinel, maravillosa obra de arte de Santiago Sanguinetti, abandonado, expoliado y derruido para borrar referencias culturales y recuerdos. El escudo convertido en un triangulito y dos rayas verdes anodinas y sin ningún significado para que perdamos la referencia a nuestros orígenes reales, mitológicos y simbólicos. El himno relegado a una música que se toca el día de Andalucía, que también nos lo cambiaron para que se pierda la memoria de aquel gran día de conciencia y reivindicación andaluza que fue el 4 de Diciembre del 1977.

Ese día dos millones de andaluces salieron a las calles desmoronando el mito fascista de que en Andalucía no existía un sentimiento de diferenciación ni voluntad de reivindicar el autogobierno. Ese día se recordaba, además, el 4 de Diciembre de 1868, cuando el pueblo de Cádiz se alzó en armas para reivindicar la República Federal. El 4D también conmemora el asesinato del trabajador Manuel José García Caparrós durante la manifestación autonomista de Málaga.

Hay quienes comentan que algunos habían pensado en poner el día de Andalucía el 29 de Febrero para que solamente pudiéramos celebrarlo cada cuatro años y que al final lo dejaron el 28 porque al fin y al cabo es el día peor señalado del año, porque ni es primero ni fin de mes ni es nada. Con el asesinato y desaparición de Blas Infante se inicia el proceso de destrucción de toda su obra y el encarcelamiento físico e ideológico de nuestro pueblo que llega hasta nuestros días. Nuestros héroes-mártires republicanos, socialistas, libertarios, andalucistas, comunistas, masones… necesitan ser recuperados del olvido y dignificados con la verdad, la justicia y la reparación porque nosotros los andaluces de hoy lo necesitamos.