Pasada la lluvia sin tronos y el difumino de la calima, con los brexists dando gritos por donde quieras que sucumbas, la Ciudad del Paraíso con más tristeza y desconocimiento puede celebrar su Cementerio Inglés, en una falda millonaria que resiste por un extraño pudor, a la geografía loca del ladrillo de planta quince con vista al albero de la Malagueta. Todo un logro, pero cuando más tranquilo se estaba, en el recuento de pernoctaciones perdidas en Holy Week, con el Málaga amargando a la afición y con la invitación del Papa a la Virgen de la Esperanza para darse un garbeo por el Foro romano; las cosas siguiendo tan domésticas en los supermercados y en los bancos de alimentos; cuando saltó la errata, porque la liebre y las sardinas van quemadas a lo suyo. Inditex, nuestra empresa imperial de Zara, ha lanzado un video de esos que se dicen de promoción y formación interna, para re-formar a la muchachada de sus mostradores, con imágenes tomadas en la Manquita (Catedral para el turismo y obispo por acabar) y la Iglesia de San Pedro; con sabor a iconoclasta light pre a porter.
La cosa hubiera quedado entre su nómina, pero un fantasma cofrade se coló en las linotipias locales, para que los de Amancio Ortega, se pegarán un topetazo con la Iglesias y todas las santas hermandades. Excusas hay para rato, pero el festín está servido y las troperías buscan con ahinco, otra chaladura más para entretener el resuello con el móvil. Dimensionar los efectos de la presumible metedura de pata es difícil, si tú no perteneces a la tropa de los malaguitas de devoción; porque la tropa de incrédulos desde el tiempo de los fenicios momificados, han perdido la comba para que luciera el capirote.
