Entre el 26 y el 28 de mayo, un equipo internacional de investigadores ha vuelto a adentrarse en las cuevas de la Victoria, el Higuerón y el Tesoro, en Rincón de la Victoria, con una misión clara: recoger nuevas muestras que amplíen las dataciones y confirmen los prometedores hallazgos de noviembre de 2023. Entonces, los análisis iniciales apuntaban a la presencia de arte rupestre con una antigüedad que podría oscilar entre los 27.000 y los 43.000 años.
Esta nueva campaña, enmarcada en el proyecto internacional First Art, podría afianzar a este rincón malagueño como un enclave clave en el mapa global del arte prehistórico. Así lo ha subrayado el alcalde, Francisco Salado, quien ha reiterado el compromiso del Ayuntamiento con la protección y difusión de este valioso legado arqueológico.
Durante los trabajos se extrajeron muestras de pigmentos rojos y negros, así como de grabados cubiertos por finas pátinas de carbonato cálcico. Gracias a ellas, se aplicará el método Uranio/Torio, una técnica de datación ya utilizada con éxito en cuevas tan emblemáticas como Altamira o Ardales.
El equipo responsable de esta investigación está integrado por especialistas procedentes de China, Portugal y varias instituciones españolas, entre los que figuran nombres como Pedro Cantalejo, José Ramos y Cristina Liñán. Los resultados podrían reforzar la hipótesis de que el sur de la península ibérica sirvió de refugio climático durante la última gran glaciación, favoreciendo la coexistencia de neandertales y Homo sapiens en este territorio.