El barremoto de las elecciones europeas, ha movido la frágil sesera algunos líderes de los partidos tradicionales de la derecha, tratando de desdibujar el cordón sanitario contra la ultraderecha europea; así van a expulsar al presidente del partido republicano francés Eric Ciotti, por defender una alianza para las legislativas galas con madame Le Pen. Aquí no hay caso, desde que el PP de Juanma pacto con VOX gobernar Andalucía, con los peores resultados desde el arenismo, miel sobre hojuelas. Es lógico, para sonrojo de la parroquia, que el presidente Sánchez pueda decir en un debate parlamentario, que en 2027 se presentarán en España 3 partidos ultras, empezando por el de Feijóo; sus editorialistas sumaban ayer a los Alvise, para desalojar zurdos, zocatos, ñurdos, siniestros y mancos de la izquierda de la Moncloa. A quién no están dispuestos a renovar, es a los togados afincados en el Consejo General del Poder Judicial, 2018 días llevan bloqueando el acuerdo de los relevos obligados por Ley, mil argucias inexplicables se han utilizado, pero la que más funciona es que el poder judicial solo debe pender del compadreo de la derecha amistosa. Hoy se alegraba el Presidente, por la presumible asistencia del PP, a la mesa de la UE para las negociaciones; también lanzaba el ultimátum de que seguir obstruyendo a la Justicia, le obligaba a hacer los cambios para que se cumpliera la ley o se atuvieran a las consecuencias. Inmediatamente han lanzado los populares su salva, de no admitir amenazas, como si fuera la respuesta al negociador de los secuestradores esperando su helicóptero de escape. Una pluma tenida por brillante, no de Amberes, sí de plastiquillo, hablaba de “paquete” a los jueces, porque de la canícula no pasaba la autonomía judicial y la separación de poderes; tienen tela el abrigo en la sequía de los de la injusticia ciega.
- Curro Flores