Curro Flores

Málaga en la ensaladera

Opinión

Copa Davis

Según mis místeres del dominó, nadie debe jugar la partida de dobles sin control antidopaje; para lo que tienen un corta aliento sobre las cajas de fichas del Hogar, para comprobar a los aspirantes a beodos; no es que los jugadores piripis al ver doble se le queden ahorcadas todas las fichas, es que llevan un mal perder y se organizan las trifulcas de la blanca doble en los cierres en falso. Como la letanía de golpes de pitos y carretas de para larga charla, Bonifacio, recién llegado de la consulta, había pasado por el Martín Carpena, comentándonos que estaban de recogida de aperos y escenografías de la Copa Davis.

Para que más, estábamos criticando que el tristón del Málaga estuvo a punto de vencer al Santander, en clase pobre. Cuando empiezan a rugir los comentarios de la partida, que por tenis a lo más que llegaron fue a ser adoradores del Santanismo (Manolo): La cosa empezó con la reventa y reventó con la normas antidopajes; como se sabe de nuevo el ganador-sospechoso Sinner, italiano de nombre despiste, se llevó la ensaladera para llenarla de tomate con mozzarella; una lástima que estuvimos los locales de despedida; porque algún fogonero estelar de la tierra hubiera preparado su ensaladilla malagueña para rebosar de naranjas del Valle del Azahar nuestra Davis perdida. De Sinner que a base de derrotar conocidos, he conocido de su existencia, todos hablamos con nuestras severidades hispánicas, de que el buen muchacho tiene pendiente la denuncia abierta por la Agencia Mundial Antidopaje, contra la absolución de la Agencia Internacional de Integridad del Tenis, por dar dos veces positivo de haber consumido costebol. En fin, declaramos desierto el raquetismo de Francisco de la Torre, porque en nuestra mesa se hace gala de control antidopaje y a lo más que llegamos es atragantarnos de omeoprazol, para resistir el atracón de medicamentos.

Deja un comentario