Mientras los servicios jurídicos del PSOE, dirimen sus acusaciones judiciales a los bárbaros orates de la piñata de Nochevieja frente a nuestra Sede en Ferraz, la más histórica de la democracia española; el PP denuncia la putada a Pedro Sánchez con el hisopo del tú más. La verdad es que los edificios de la democracia, sostienen sus cimientos sobre cascotes de las dictaduras y nuevos ladrillos de esperanza; más de las veces las urnas deparan camastros de difícil gobernabilidad, en los que cada cual tira de la manta de la incertidumbre. Así que subirse en la grúa del Palacio de la Moncloa, constituye un más difícil todavía de alianzas a encontronazos, que bambolean los pilares peligrosamente.
El hato gobernante se hizo contra la influencia de los ultras de VOX; el contraataque furibundo tenía como motivación, a los antiguos soportes de los boinas enmascarados y a los independentistas catalanes sentenciados a amnistiar.
Un aburridísimo Real Madrid-Mallorca nos llevaba a estas cuitas, mientras nos perdíamos el gol blanco, por un centro de un saque de esquina de Modric, a la testa de Rüdiger, figura de la ex selección aria; el comentarista del canal de pago, aprovechó el momento para reiterar a los clientes isleños, que por su aplicación de audio, podían escuchar la retransmisión en mallorquín, la lengua de Raimundo Lulio, dite otra. Surgió por cansancio hablar de la celebración de nuestro equipo de la infancia, el Bilbao; con el descubrimiento de la escultura al Chopo, José Ángel Iribar, nuestro cancerbero nacional, afín batasunero; era también curioso disfrutar de los chicarrones hermanos Williams, de pedigrí senegaleses, que petardearon al histórico Atlético de Aviación de los Gil.
Con todos estos líos, vendrán las elecciones gallegas y vascas, con un pinganillo para los que adoramos ser castellanos parlantes; las de Euskadi abriendo un panorama de radicalismo mayoritario abertzale en las encuestas, más madera para que en las europeas puedan gobernar los mongoles.
Curro Flores
