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El encanto blanco de Iznate
Pasear por Iznate es adentrarse en un lienzo blanco donde cada calle parece recién encalada y donde las macetas florecen con mimo en cada rincón. Su casco urbano se desliza por una escarpada ladera entre el río Iznate y la Loma del Barco, desde donde se abren algunas de las vistas más espectaculares de la comarca.
Rodeado por el verde intenso de las vides —testimonio vivo de su vocación agrícola—, este pequeño municipio también forma parte de la Ruta del Aguacate, gracias a la presencia creciente de este fruto subtropical en sus tierras fértiles.
Pero si hay algo que define a Iznate, además de su serenidad, es la uva moscatel, de la que nacen los dulces vinos y las famosas pasas que son orgullo de la Axarquía. Durante los meses de agosto y septiembre, los vecinos mantienen viva la tradición del secado de la pasa, un ritual que tiñe los paseros de color ámbar bajo el sol malagueño.
Qué ver en Iznate
La mejor forma de conocer el pueblo es dejarse llevar por sus calles estrechas, donde aún resuenan ecos del pasado árabe. Entre los rincones más singulares destacan dos fuentes históricas: la Fuente de la Noguera y la Fuente de los Tres, ambas de origen musulmán y testigos silenciosos de siglos de historia.
El monumento más destacado del casco urbano es la Iglesia de San Gregorio VII, cuya estructura original data del siglo XVI. Su fachada muestra el escudo del Papa que le da nombre, y en su interior se conservan valiosas piezas de arte religioso, como una talla en madera de la Inmaculada y una pintura al óleo de San Francisco de Paula.
Desde el Mirador de la Loma del Barco, situado en la parte más alta del municipio, el visitante puede disfrutar de una panorámica inolvidable: al norte, la imponente sierra; al sur, los pueblos blancos de la Axarquía; y, en los días más claros, incluso la silueta de la costa africana.
Rutas y naturaleza
Para los amantes del senderismo, Iznate ofrece un entorno privilegiado. Los caminos entre colinas, viñedos y aguacateros invitan a caminar sin prisa.
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Ruta de la Loma del Barco: con 5,1 kilómetros de recorrido, es ideal para hacerla en familia o con amigos. Parte desde el Ayuntamiento y asciende suavemente hasta el punto más alto del pueblo, donde aguardan vistas espectaculares. Puede recorrerse a pie o en bicicleta, aunque lo más recomendable es disfrutarla caminando.
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Ruta circular Iznate–Benamocarra: con unos 9 kilómetros de longitud, conecta ambos municipios por parajes rurales de gran belleza. Es una de las más frecuentadas para quienes desean conocer la Axarquía desde sus caminos más auténticos, rodeados de colinas onduladas y cultivos de frutales.
Gastronomía con alma
La cocina de Iznate es sencilla, sabrosa y profundamente local. Entre sus especialidades destacan el hornazo, una torta de aceite tradicional, las tortillitas de bacalao, la sopa de maimones o la ensalada cateta con naranjas, todo ello acompañado de un buen vino moscatel de la tierra.
Fiesta de la Uva Moscatel: sabor y tradición
El primer sábado de agosto, Iznate celebra su gran cita del año: la Fiesta de la Uva Moscatel, declarada de Singularidad Turística Provincial. Lo que comenzó como una pequeña degustación de platos típicos se ha convertido en una auténtica feria gastronómica al aire libre.
Las calles se llenan de puestos decorados con macetas, objetos antiguos y aperos de labranza. Los vecinos, de forma totalmente altruista, ofrecen a los visitantes lo mejor de su cocina casera. El ambiente se acompaña con el sonido alegre de las Pandas de Verdiales, mientras el pueblo entero se convierte en una gran ruta gastronómica y festiva.
La jornada arranca con una misa de acción de gracias por la cosecha y culmina al caer la tarde con el pregón y una animada verbena en la plaza. Es, sin duda, la mejor ocasión del año para saborear el alma de Iznate.
Un plan perfecto
Iznate es, en definitiva, un destino para quienes buscan desconexión, autenticidad y belleza natural. Un pueblo pequeño con corazón grande, donde la calma se mezcla con el aroma a vid y a cal recién dada.
En el próximo puente o fin de semana, pon rumbo a la Axarquía y descubre en Iznate un planazo que combina historia, paisaje y buena mesa.
