Turismo Málaga. Foto Ayuntamiento

Juan Luis Valenzuela Simón

La otra Desbandá: 37.000 personas han tenido que irse de Málaga en 5 años por falta de vivienda asequible

Opinión

Las clases modestas terminan yéndose de la Málaga que las vio nacer, siendo sustituidas por otras foráneas, pero de altos ingresos.

Málaga se mueve ante el grave problema de la vivienda. Ya son varias e importantes movilizaciones que exigen al Ayuntamiento que deje de coquetear con los intereses de los grandes inmobiliarios, que deje de apostar por los pisos turísticos (más de 12.000 en una ciudad con poco más de 590.000 habitantes), que declare zonas tensionadas, que construya vivienda social y asequible y que, en definitiva, adopte medidas serias ante un problema que cada vez se agrava y expulsa de su ciudad a malagueños y malagueñas. Para colmo de males, las polémicas declaraciones del alcalde, Francisco de la Torre, echaron gasolina al fuego que ya empieza a arder. Decir como dijo el regidor popular en unas declaraciones a un medio provincial que “Tener que irse a vivir fuera de Málaga tiene una importancia relativa” o que “Con buenas carreteras, no residir en tu ciudad, Málaga, no es relevante, pueden vivir en Villanueva del Rosario”, es una frivolidad insoportable sobre algo que comienza a ser ya un drama humano.

Y no lo critica solo la gente en la calle o la oposición al PP en el Ayuntamiento. Son datos oficiales de organismos dependientes del propio Ayuntamiento como los del Observatorio del Medio Ambiente Urbano, la OMAU, la que llevan ya varios años indicando en informes serios y rigurosos de la existencia de un “éxodo malagueño” traducido en que a sectores de la población residente en la capital se la está expulsando de la ciudad. Además se da la circunstancia de que a estas personas, que terminan yéndose de la ciudad que los vio nacer, la sustituye otras con mayor capacidad económica y altos ingresos. Clases adineradas, fondos buitres, inversores en apartamentos turísticos que sí pueden permitirse los altos precios de los pisos tanto en alquiler como en venta.

Tras casi un cuarto de siglo de gobierno de Paco de la Torre y treinta de su partido con gobiernos anteriores de Celia Villalobos, esa será la principal herencia y legado de la derecha a las nuevas, y ya no tan nuevas, generaciones.

Lo más grave, además de que no adopta medidas, es que el Ayuntamiento se mantiene en su postura filocemento y proconstructoras y no admite propuestas para atajar, o al menos plantar cara, a este fenómeno de expulsión ciudadana.

En el pleno del Ayuntamiento de Málaga del pasado jueves, PP y Vox se aliaron para tumbar una moción socialista que exigía al regidor que velase por los ciudadanos y no por los fondos de capital en un momento en que la ciudad encabeza el ranking de subida de precios del alquiler.

El pleno fue tenso como tensa es la situación que se vive en Málaga en este aspecto habitacional. El portavoz socialista en el Ayuntamiento de Málaga, Daniel Pérez, llegó a acusar al alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, de “robar a los malagueños sus sueños, por oponerse a que creen en su ciudad un proyecto de vida”. También le espetó al alcalde popular que “está privatizando Málaga al estar plegado a los intereses de los especuladores de vivienda”. Pérez aludió al denominado “éxodo malagueño” y a las 37.000 personas que en los últimos cinco años “han tenido que hacer la maleta porque en nuestra ciudad no se puede alquiler ni comprar una vivienda a un precio asequible, a esos mismos a los que el alcalde aconseja mudarse a Álora o a Villanueva de la Concepción porque irse no tiene una importancia relativa”.

También han criticado las políticas -o no políticas- de vivienda desde el Ayuntamiento, las plataformas Málaga Ha Vesos, Málaga por la Vivienda y la Asociación de Vecinos Centro Antiguo de Málaga. Estos colectivos ciudadanos han señalado a Francisco de la Torre como “un alcalde que está mirando hacia otro lado mientras que a los malagueños se les invita a irse”. Así mismo, una vecina de la capital, Sanae Anouk, ha relatado que lleva “seis años esperando un desahucio” tras sufrir sucesivos capítulos de malos tratos por parte de su ex marido. “Me veo en la calle con tres hijos pequeños”.

Estas son expresiones que delatan la necesidad de que el Ayuntamiento ponga pie en pared a esta situación y, a pesar de los intereses inmobiliarios que se mueven entorno a este grave problema, adopte medidas urgentes y valientes si no quiere que la capital de la Costa del Sol comience a ser la ciudad de la despoblación de sus residentes de toda la vida y el municipio de un nuevo exilio, el “éxodo malagueño”.

La nueva “Desbandá”
Una palabra, “éxodo”, de horrible recuerdo en Málaga. Con otras formas, con otros modos y en un contexto diferente, una “Desbandá” de malagueños y malagueñas hacia otras regiones, se está produciendo. Una nueva “juía” sin sangre ni disparos, pero sí con la metralla invisible de los fondos buitres, los cañonazos de los inalcanzables alquileres o las bombas de los pisos turísticos. Una Desbandá con un Crucero Baleares instalado en la Casona del Parque. Una huida también cruel y que encierra el mismo y grave drama humano como es el que te expulsen de tu tierra, que te echen de tu casa.

  • Análisis de Juan Luis Valenzuela publicado en ELPLURAL.COM

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