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Pellets en Galicia

Curro Flores

El llanto de las sirenas gallegas

Opinión

La cosecha de las costas de Galicia de apetitosas navidades, se ha troncado por un manto de rocío llamado el llanto de sirenas, que desconsoladamente inunda sus rías arrodillando a sus voluntariosos gallegiños, para recoger la nueva Marea del vertido del pellets de plástico del carguero Toconao, bolitas blancas llamadas lágrimas de nereidas. Como es costumbre, sus autoridades de equis bandos, marean las arenas en víspera electoral; aburriendo como una ostra, para mantener al auditorio con la cabeza de percebe. Todavía nos reímos con los hilillos de Rajoy, pero ya estamos en las bolitas del inmenso rosario para peregrinos, ocurrencia al caso que brindo para sus industriales, los que supieron hacer de la arruga un inmenso lifting comercial y de la bata de boatiné el imperio Ortega.

Mi primera incursión a una queimada, a voz de Castelao, me puso en conciencia su Lengua; ya de edil su tozudez, cuando en nuestra primera delegación española al Consejo de Municipios Europeos, dos concejales galaicos quisieron imponer el uso del gallego en las reunión, aún sin reconocerse el castellano como lengua oficial en la Unión. A resulta de los complementos, recuerdos que los vagonetis de PsicoAires, llamaban a los laboriosos estajanovistas, –¡gallego vos!  La sangre gallega, al menos la de los análisis políticos, da para eternidades insoportables como la de Franco o Fidel; los socialistas no nos podemos quejar, por la perdurabilidad de nuestro, Abuelo fundador, el ferrolano Pablo Iglesias.

Tampoco me ha quedado claro del alma electoral que han exhibido en sus elecciones, capaces de convertir el agua de la morte en albariño,  eligiendo al franquista Fraga, como el neodemócrata de bombín. Me arropo con Rosalía, porque las encuestas de la mañana de mi lunes no brillan a mi sol, pero para más consolarme el llanto por la Galicia derechista, siempre me quedará Vigo.

Curro Flores