Según se relata en el Nuevo Testamento de la Biblia, la Pascua celebra la resurrección de Jesucristo al tercer día después de haber sido crucificado. Es la celebración más importante de la Iglesia cristiana. Así, la Pascua marca el final de la Semana Santa al cerrar el Triduo Pascual, también conocido como los tres días santos.
En Iznate, esta fecha brilla con luz propia. Durante su emotiva Semana Santa, con solemnes procesiones el Jueves y Viernes Santo, tiene gran relevancia el Domingo de Resurrección, celebrándose una misa al medio día y a continuación una procesión, llena de originalidad y colorido, con el trono de la Virgen de los Dolores, recorriendo las calles estrechas y empinadas, adornadas con palmeras y flores hacia la Ermita del Santo Cristo.
Allí se representa el momento en que San Pedro y los demás apóstoles, con túnicas y caretas antiquísimas, buscan y encuentran resucitado a Jesús en imagen de Niño, simbolizando así el nacimiento de una Nueva Vida, que se festeja con lanzamiento de cohetes y salvas de escopeta.
El broche final a este gran día lo pone la degustación gratuita de paella y cerveza, amenizada con bailes de su folclore, para el deleite de los iznateños y de todos los visitantes.
Como al principio de este mes recordaba el Alcalde de Iznate, Gregorio Campos Marfil, las fiestas patronales comienzan el Viernes de Dolores hasta el Domingo de Resurrección, «diez días en los que conviven los actos religiosos con las actividades lúdicas y de ocio». Entre los que más público atraen están las procesiones de la Virgen de los Dolores y el peculiar Domingo de Resurrección. Una festividad que los vecinos llevan todo el año esperando por la gran devoción que tienen a la Virgen de los Dolores, porque también necesitaban el asueto que dan unas fiestas patronales y porque mejoran la economía de nuestro pueblo».