En un encuentro casual de cafelito amargo, unos ignorantes capacitados, ella de Vox, por la revolución de las féminas al poder, en su cartel tremendista, Ayuso y la Cayetana Álvarez de Toledo, equivocada, pero insistente; él marido tragándola sin un pulmón, pero lobo del PP, disfrazado de progre al whisky, me trataron de someter a un interrogatorio al grado del alcohol que consumieron; por ser de las tropas socialistas y presuntas sanchistas, aunque nada más que tenga afiliada mi cuota de partecita de jubilación. Por mi aguante con el desfibrilador preparando el tumbo, recordé mis años de concejal, en el que mi añorado amigo del alma Carlos Gutiérrez, después de verme tratar en las más inhóspitas reuniones contrarias al PSOE sin descomponerme, me decía que aguanto más que Lucero, el caballo de picador sin peto que, tras varias cornadas lo sacaban al ruedo, y al frenarse, le espetó el varilarguero con: -“Lucero anda, que estás tú mú consentio”.
Pensaba lo duro que deben ser las controversias para nuestros espadachines de a pie estos días, contra los ecos de las ondas de exterminio a los socialistas. Iba a encontrarme tras largo tiempo con mi dilecto compadre hispano ruso Yuri y de Lara, como ya me sé su afición a la política y aunque yo no sea su oráculo de cabecera, quizá viceversa; tendría que estar preparado por si se escurriera Pedro Sánchez, entre los sabrosos platos que preparaba su extraordinaria cocinera gallega, pero de Alá, y pasó, como era el día de la Constitución, se me habían alegrado las pajarillas oyendo la radio, por la presencia tras 14 años del president de la Generalitat al acto conmemorativo de la Carta Magna; cosas del sanchismo e Illa; en el debe político españolista lo tuvieron por ineficaces, la efímera ciudadana Arrimada y ni digamos la derecha clásica del PP o sus amigos ultras. También metí en la cartera la investigación organizada por Óscar Puente en su Ministerio, por las acusaciones del tal Aldama contra Ábalos, en las que demuestra las falsedades lanzadas por el pajarraco comisionista contra el que fuera nuestro Secretario de Organización.
Entre las soledades antes los avatares del presidente del Gobierno, pienso que un dos de parapeto como el compañero Óscar hace años que lo necesita. Poco oído tiene para los operadores del derribo lo que dije a mi amigo; pero bien pude recordarle lo que le afirmaba ante el acoso por los ERES, sobre las injusticias que sufrieron Chaves, Griñán, Magdalena Álvarez y tantos otros gobernantes socialistas en Andalucía; pero cuando todo termine, mejor pronto, los extorsionadores desacreditados ni se darán un golpe de pecho.
Curro Flores