Ciudad de la Justicia. Málaga

Curro Flores

De hombre rana

Opinión

Antonio Barrientos, Curro Flores

Tras lo terrible Valenciá, las autoridades me tienen en estado de alarmismo, por si se desbocan las nubes; sillón e impermeable con botas de agua, porque fue inútil encontrar entre las decadencias de mi charity shop, un traje de hombre rana, ni tan siquiera las gafas con el tubito de suspirar y las aletas anti oleaje.

Esperar en alerta roja con el sol brillando, me resulta más angustioso que los preoperatorios vividos entre los quejidos de la UCI. Al fin me enfrascó un periódico despistado del sábado, en la que al ladito del ex alcalde Barrientos de Estepona, titulaba: “El último caso por corrupción en la costa se cierra con penas de saldo”, como conocí a Antonio de edil jefe y algún compañero de su corporación de añejos quinquenios en el PSOE malagueño; como estaba a la espera de infinitos chorreones, era propio leer los resultados de los 17 años de sumario con sus 59 tomos y 1500 folios, después de la espera del juicio por los inculpados, que han dado lugar más que a una pena de banquillo a una infinita sentada en cojines de faquir.

Más por mi afición jurídica que por el bochorno e interés político, tuve la oportunidad de leer el cartucho de folios que encaminó el proceso; aquellos informes policiales que dieron lugar a la petición de penas astronómicas del fiscal, me recordaron a la investigación del FBI de el gánster Sam Giancana, jefe de la mafia en Chicago, a los polis se le fue la olla poniendo las escuchas para seguir la relación de alcoba con su amante Philis McGuire, cantante líder de sus Systers, que con la estela de todos los crímenes presumibles del gánster. Las orejas de nuestros agentes patrios, se solazaron con un episodio futbolero, abultado de folios.

Pretendió el regidor traer a conferenciar al Sabio de Hortaleza, seleccionador de La Roja, y para ello se quiso auxiliar del vecino José Ramón de la Morena, celebérrimo periodista deportivo; los dimes y diretes de aquellas charlas fueron pan nuestro de las grabaciones, niños al recreo. La cosa sin apelaciones previsibles, ha quedado en una condena a Barrientos de 5 meses de inhabilitación y 40.000 euros de multa, frente a la inhabilitación para cargo público de por vida que se le pedía, más diez años en la trena, es decir un leve tirón de orejas tras tantas horas de investigación de oyentes.

Curro Flores

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