Redacción

Comares y Alcaucín serán este otoño los escenarios de las plantaciones participativas del programa Málaga Viva

Comares, Alcaucín en la Axarquía y Villanueva de Tapia en la zona norte de la provincia, serán este otoño los escenarios de las plantaciones participativas del programa Málaga Viva, que ya suma más de 40.000 árboles en la provincia.

La Diputación de Málaga retoma su cruzada verde con tres arboladas participativas previstas para este otoño en Comares, Alcaucín y Villanueva de Tapia. La institución provincial insiste en combinar la sensibilización ambiental con la recuperación de espacios naturales, una fórmula que desde 2016 ha permitido plantar más de 40.000 ejemplares autóctonos.

La primera cita llegará el 26 de octubre en Comares, en la zona del Puente Tibetano, donde se reforestarán áreas escarpadas con algarrobos, acebuches, almendros, lentiscos, romeros, tomillos y adelfas.

Las inscripciones estarán abiertas del 14 al 23 de octubre a través de la web malagaviva.org e incluirán un autobús gratuito desde Málaga con medio centenar de plazas.

Un mes después, el 23 de noviembre, será el turno de Alcaucín, en el Área Recreativa El Río, dentro del Parque Natural Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama. En esta arbolada, organizada junto al Ayuntamiento y la Junta de Andalucía, se plantarán algarrobos, alcornoques, encinas y lentiscos, además de chopos, álamos y sauces en la ribera. Las inscripciones se abrirán del 11 al 20 de noviembre.

Por último, el 30 de noviembre, Villanueva de Tapia cerrará la temporada de reforestaciones ciudadanas dentro del programa Málaga Viva, la iniciativa con la que la Diputación busca promover la sostenibilidad y reforzar la implicación social frente al cambio climático.

El vicepresidente de Infraestructuras y Territorio Sostenible, Cristóbal Ortega, subraya que “con las arboladas buscamos un doble propósito: la concienciación de la población y la recuperación o realce de espacios naturales”. Desde su inicio, el programa ha celebrado 67 plantaciones en distintos puntos de la provincia.

Más allá del gesto simbólico, estas actividades pretenden fomentar la convivencia, la educación ambiental y la participación vecinal, especialmente entre los más jóvenes, recordando que la lucha contra el cambio climático también se libra con las manos en la tierra.