El Ayuntamiento de Torrox, gobernado por el PP, ha decidido que la emisora municipal, Radio Torrox, no sea ya un servicio público, sino un púlpito de propaganda partidista. Se han cerrado micrófonos y se ha impuesto un control férreo sobre determinados contenidos que molestan al Gobiermo municipal comandado por el alcalde Óscar Medina y con el brazo ejecutor de su concejala Paola Moreno. Lo que debería ser un espacio plural, abierto y al servicio de la ciudadanía, se ha transformado en un aparato de censura, donde sólo se escuchan las consignas del poder.
La portavoz socialista en el Ayuntamiento de Torrox, Mari Nieves Ramírez, ha vuelto a poner sobre la mesa lo que considera una práctica habitual del gobierno local: la censura. Según denuncia, el equipo del Partido Popular que dirige Óscar Medina no solo intenta controlar la información que se publica en los medios comarcales —a pesar de financiarse con dinero público—, sino que ahora también pone el foco en la radio municipal, un medio que debería ser de todos los vecinos y vecinas y no la correa de transmisión de un partido.
Ni mú de la tasa de la basura ni del IBI
Ramírez acusa al PP de tenerle miedo a la información, de vetar la voz de la oposición y de recurrir sistemáticamente a la mordaza cuando se queda sin argumentos. “Si antes prohibieron que explicáramos a la ciudadanía la verdad sobre la tasa de basura, ahora nos silencian por defender una bajada del IBI”, ha recordado. En este pulso, vuelve a aparecer un nombre propio: el de la concejala de Hacienda, Paola Moreno, a quien la portavoz socialista señala como la mano que decide qué se escucha y qué no en la emisora pública.
La situación ha llegado hasta el Defensor del Pueblo y al Consejo Audiovisual de Andalucía, organismos que han dado la razón al PSOE. Aun así, la actitud del gobierno local parece ser siempre la misma y esa no es otra que cerrar el micrófono a quienes incomodan. No es un hecho aislado, sino una práctica reincidente en un ayuntamiento que ya acumula sentencias judiciales en contra por vulnerar derechos fundamentales.
En palabras de Ramírez, “Torrox sufre el gobierno más opaco de su historia democrática, un gobierno que no soporta la crítica ni la transparencia”. La dirigente socialista concluye con un mensaje desafiante: ni Medina ni todo el PP lograrán silenciarla, porque la democracia no se defiende callando voces, sino garantizando que se escuchen todas.
Es una estrategia deliberada del PP con Óscar Medina a la cabeza, como si de un pequeño Donald Trump de la censura se tratara, para domesticar la opinión pública local. Se desprecia el derecho a la información y se insulta a la inteligencia de los vecinos y vecinas, que no merecen una emisora amordazada, sino un medio libre, transparente y plural.
Callar las voces críticas nunca ha hecho más fuerte a ningún gobierno, sólo más autoritario. Y en Torrox, por desgracia, el PP ha optado por el camino más corto: el del silencio impuesto.



