El misterio en torno a la desaparición de José David Ruiz Hierrezuelo, vecino de Vélez-Málaga de 52 años, ha tenido un desenlace fatal. Su cuerpo fue localizado este lunes dentro de un pozo situado en una finca próxima a la Explanada de la Estación, tras ocho días de intensas batidas por parte de familiares, amigos y efectivos policiales.
Aunque todo apunta a que no presentaba signos de violencia, será la autopsia la que determine las causas del fallecimiento y confirme de manera oficial la identidad. La Policía Científica también trabaja sobre el terreno para esclarecer lo sucedido.
Una búsqueda angustiosa
La desaparición de José David había generado gran inquietud en la ciudad. El pasado 24 de agosto salió de casa con sus tres perros, dejando el teléfono móvil cargando, señal de que no planeaba ausentarse mucho tiempo. Esa misma noche regresaron dos de los animales, pero de él no volvió a saberse nada.
Desde entonces, la familia denunció su desaparición y puso en marcha un dispositivo de búsqueda que movilizó tanto a los cuerpos de seguridad —Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Local— como a numerosos voluntarios. Durante días se rastrearon calles, descampados y caminos rurales sin éxito.
Hallazgo en la noria abandonada
El lunes 1 de septiembre, pasadas las siete y media de la tarde, la tragedia se confirmó. El cuerpo fue localizado en el interior de una antigua noria en desuso, de unos 11 metros de profundidad y con varios metros de agua acumulada. Bomberos del Consorcio Provincial tuvieron que emplear un camión grúa y equipos de respiración para poder descender, rescatar el cadáver y ponerlo a disposición judicial. El operativo se prolongó hasta pasada la medianoche.
Junto al fallecido se encontraba el tercer perro, que logró sobrevivir y fue entregado a una vecina de Los Romanes, que también se hizo cargo de los otros dos animales durante la búsqueda.
Pozo sin medidas de seguridad
El Ayuntamiento de Vélez-Málaga ha confirmado que la finca en la que se produjo el hallazgo ya tenía un expediente abierto, ya que el pozo se encontraba descubierto y se había instado al propietario a actuar. El mal olor que desprendía la zona alertó a los vecinos y motivó la llamada al 112, que activó a los servicios sanitarios, bomberos y policías.
La asociación Alerta Desaparecidos, que difundió desde el primer momento la alerta de búsqueda, confirmó poco después la identidad del hombre, cerrando así días de incertidumbre y desvelo para su entorno más cercano.



