Don José Manuel Rodríguez Uribe, se supone hace acampada en el Consejo Superior de Deporte, después de manejarse de embajador delegado permanente en la UNESCO, tras su efimerazgo de Ministro de Cultura and Sport. Un hombre del presidente Sánchez por Sambenito, según las malas lenguas y los matasuegras, que le acaricia con Filosofía del Derecho todos los despropósitos de su estancia monclovita.
Se le supone a R. Uribe ese tacto que da la filosofía leguleya, para emitir juicios más allá del desajuste de las togas; pero la saña del poder, le ha colocado de VAR sociata en los palcos, cuando los signos del temporal que viene sitúan a los estadios de futbol entre los partenones y las notre dames, temiéndome que el jorobado de Hugo lleve el marcador a expensas de la moviola. El presidente de nuestros sudores nacionales, conocedor de las fallas políticas autonómicas, le ha dado impulso a la talega del Barça, más roída que el saco de un titiritero y distraída por el dispendio del gasto a patadas.
El colmo ha sido que a Olmo le ha aplicado la cauteralísima y clarito para que el señor Laporta president del Futbol Club Barcelona se declare en ganso haciendo y pronunciado burrades, en el palco de los presidentes gorrones de nuestras federaciones amateurs de futbolín y los garfios de compañía de los profesionales. El comportamiento gilista a lo Rubiales de Laporta ha sobrecogido a todos los palquistas, acostumbrados a los selectos comportamientos de sus graderíos; pero también han asambleado contra el presidente del Consejo por su gran favor a lo catalán.
A Uribe le ha caído encima el Larguero, el Primer Palo, a Bote Pronto, un offsider de Chiringuito por la escuadra, demostrando su poco Estudio en Estadio. En fin don Quijote dijo a Sancho de cuidarse de la Iglesia, el pérfido dictador Franco recomendaba a sus ministros alejarse de la política; y me cachis que nadie en su sano juicio le ha dicho a don Juan Manuel que con el fútbol no se juega.
Curro Flores
