Juanma Moreno tras su entrevista con Pedro Sánchez, nos dijo que trae las manos vacías; pero en el trato, no creo que llevara las de perder, porque su señoría desde Andalucía no llevaba ni una caja de pasas. Me recuerda el viejo chiste del que se llamaba Tomás Tomasito y Tomarás, requerido por no apellidarse Dame, alegó que su madre no quiso que tuviera tantos nombres. La verdad que un presidente andaluz tan rumboso con los ricos, dispuesto a darles cobijo sin un ochavo, ante tanta singularidad fiscal de manirroto, mejor que haga mutis por el foro y se conforme con el tomavistas del “vis a vis” en la Moncloa.
Ayer se pudo encontrar, frente a su retorica panfletaria, un artículo firmado por Griñán y Aguayo, en el que ponen todos los puntos sobre las íes, por el acuerdo fiscal con Cataluña, dejando en puntos suspendidos todas la añagazas políticas del PP, simplemente porque les sienta como un tiro que Illa sea el Muy Honorable President. Si tenía aprecio y solidaridad a mis dos líderes andaluces, le añado mi respeto por la voluntad de expresar sus criterios fiscales-constitucionales, durante la inmensa trifulca que los vocalistas populares y sus coros mediáticos están manifestando por el acuerdo PSC-ERC.
En fin de esos rollos y los enchufes, activan el despiste de los parroquianos, mientras casa, comida y médico copan la agenda de nuestras necesidades. Escuchaba un programa sobre los impuestos a las grandes fortunas, y siempre me queda el helor, de que mientras disfrutan de la vista gorda los maharajás, seguiremos pagando el ejército de majaretas depauperados; y aunque ahora en Francia y Gran Bretaña quieren sacarle las pelas, siempre se pueden empadronar en Al-Ándalus para quitarse las penas.
