A la señora Kamala no la conozco de nada, pero de ponérmela en una papeleta contra su contrincante, ni mil dudas me ofrecieran esa pandemia del capitalismo en estado cowboy, para ofrecerle mi voto, y ahora, después de su martes glorioso, nuestro pañuelo de condolencias. La verdad es que eligieron la misma fecha, sin ser trece, como los del Bernabéu para destrozar el oráculo, dejándonos con el atavío del ridículo y el desconsuelo de buscar en el pajar algo que brille y pinche a los contrarios.
No sé qué del represidente USA, me recuerda a Jesús Gil, quizá la mangucia ladrillera o los lodos que generará su paso tormentoso por el Despacho Oval; pero como todo mosquetero del populismo, viene a desfacer todos los entuertos, es decir, a saltarle el ojo a los contrarios y hacerse la vista gorda para arramblar con todo lo que pueda. Es mi visión del ejemplo local, trasladado a los horizontes lejanos de la América, con su ordinal first, de ordinario. Ancelotti, está perdiendo su facultad de servir a la deidad Florentino, porque con tanta nómina de estrellas, solo se vislumbran los rayos de la tormenta.
A mi edad, las esperas, ni del bingo; pero mis tratados de los que todo tiene arreglo, si te sientas a esperar que el cadáver de los enemigos de la democracia, puedes que te ofrezcan dar la culá en la base marmórea del monumento al “humillador conocido”. Entre tantos montones de barro y chatarra, mi consuelo estuvo en ese martes malicioso; pero para un incrédulo ni Santa Ángela de la Cruz, ni las profecías de Zacarías, ofrecieron una mijita de alivio. Ahora viene el equilibrio UE como Pinito de Oro, buscando que no se descarrile su AVE de los Derechos Humanos, entre las bocinas geopolíticas de los otros imperios.
Curro Flores
